El ocho de diciembre Elsa cumplió diez años y yo le escribí esto:
Mi niña Elsa, ya son diez años desde que te dimos la bienvenida y has sido desde entonces una constelación de alegría, fuerza y bondad.
Eres valiente, capaz, dulce y honesta. El pajarito que canta y alegra mi alma y el mundo.
Eres la mayor y mejor sorpresa de mi vida y no puedo estar más feliz de tenerte, disfrutarte y celebrarte cada día.
Te adoro, mi niña preciosa.
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