miércoles, 31 de marzo de 2021

Marzo

 





































En marzo todo gira en torno a Naia, todo se torna primavera para celebrarla. Este año ha pasado a la frontera de las dos cifras y nada me gustaría más en la vida que llegue a las tres feliz, plena y desgastada. Que lo viva todo y no le quede nada por hacer, que no le quede ni un sueño sin cumplir al tintero de su existencia.

Fue un día precioso y ella estaba radiante, llena de luz y alegría. Estaba como siempre está pero aún, si cabe, más deslumbrante. No por fuera, que decir eso sería tan obvio como innecesario, ese yo que sé que ella emana, cada día se multiplica como una suerte de panes y peces de bondad e ingenio. Tan sobresaliente Naia, tan sorprendente...

Marzo tambien ha sido el mes de los dientes perdidos. El primero de arriba para Elsa y uno bien terco que Naia ha tenido con vaivenes por meses y que por fin cayó al día siguiente del de Elsa.

Gael creciendo sin parar, alejándose poco a poco pero acercándose a sí mismo y a lo que será. Aún un misterio insondable su mundo interior, aún frágil en lo superfluo y profundamente inteligente para la lógica. Mi niño ya casi no niño cumplirá el mes que viene trece añazos y con el soplido de esas velas le perderé un poquito más así que el abrazo que le daré será aun más grande. Para guardármelo para siempre, a mi niño.

Marzo ha sido hermoso. 

Marzo siempre trae cosas buenas.