domingo, 11 de septiembre de 2011

Los dos Gaeles de Gael














El miércoles será el primer día de cole de Gael, atravesará la puerta llevando en una mano la emoción por entrar por fin al "Cole de los zagales" y en otra su extrema timidez. No sé quién vencerá a quién, pero se apoximan días duros. Sé que le costará, que se sentirá indefenso y solo y es muy probable que los primeros días no pronuncie palabra ni se mueva apenas del sitio. Yo intento animarle, contarle historias maravillosas de reencuentros con amigos y nuevas aventuras con niños nuevos, pero la realidad es que él cruzará esas puertas y se sentirá triste y perdido y yo no podré protegerle ni podré hacer que entiendan, por muchas notitas de madre paranoica que le envíe a su maestra, que detrás de ese Gael que se hace pequeñito casi hasta desaparecer, hay otro Gael divertido, charlatán y disparatado; un niño maravilloso al que le cuesta salir y necesita mucha paciencia y dulzura. Los que le conocéis lo sabéis, se pliega sobre sí mismo y no habla, no se mueve, apenas respira. Mira, desde esos enormes ojazos verdes desconfiado y casi advirtiendo "no te acerques a mi". Sentencia y uno se queda al otro lado, esperando ese momento fantástico en que, como si fuera una palomita de maíz, ¡plof! surge su otro yo. Y de pronto ya no eres muro contra el que chocaba sino montaña y te escala, te explora, te prueba, te baila, te canta. Se apropia de tí, te deja formar parte de su mundo. Todo un privilegio.
Espero que ese niño extraordinario no tarde en salir y que sepan verlo y esperarle. Mientras tanto, al otro lado de la puerta de esas aulas que me robarán tantas horas con él, yo esperaré para abrazarle, curar sus heridas y secar sus lágrimas.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Seis meses y dos poemas














Necesitaría todo un día para contar y compartir los motivos por los que celebrar el día de hoy. Mi niña cumple seis meses, medio año de felicidad plena y absoluta a su lado; y es que no se puede ser más buena ni una fuente tan limpia y pura de paz y alegría. El lunes comenzó en la guarde, se quedó riendo como veis en la foto, tranquila y contenta, aunque luego estuvo un poquito triste y además no quiso comer. Me perdí su primer bibe, la primera, me temo, de tantas cosas en las que no estaré. Pero bueno, lo importante en realidad es estar con ella, aprovechar cada segundo y hacer de cada momento un acontecimiento único e inmejorable, algo que consigue siempre ella con el simple hecho de mirarme, de abrazarme, de existir.
Naia es lo más hermoso que he hecho o haré en esta vida. Y Gael. Mis hijos son, no me cansaré de decirlo, el mejor regalo que podré tener jamás y mi fuente constante de orgullo y alegría. Mi razón de ser.
También son fuente de inspiración. El abuelo Manolo le ha hecho a Naia estos dos maravillosos poemas para un baúl y una banqueta que también ha pintado con mariposas de forma magistral. Inmejorables la musa, el abuelo, el baúl, la banqueta y los poemas.


BAÚL DE NAIA

Naia: estas mariposas
han salido de tu risa
y han volado con la brisa
de tus pestañas curiosas,
y como son tan golosas,
liban para ti, licores
a las vincas, colores
al arco iris y al viento
la gracia del movimiento,
para ti, flor de las flores.



BANQUETA DE NAIA

Aquí estará Naia encima,
muy pronto, como las cabras
persiguiendo las palabras
por la sima, por la cima…
porque del ritmo y la rima
es hija, nieta y biznieta.
Será, sin duda, poeta,
la mejor del universo,
y escribirá el primer verso
sentada en esta banqueta.