lunes, 10 de enero de 2011

Todo va cambiando








Estreno los días diez en este nuevo proyecto con la sensación de que todo está cambiando demasiado. Me da mucha pena dejar a un lado el otro blog, quitarle el protagonismo a Gael, despojarle de su trono. Supongo que cuando tenga a Naia entre mis brazos esta sensación desaparecerá y entonces no encontraré un lugar mejor para contar lo que está ocurriendo en nuestras vidas que esta pequeña isla que lleva el nombre de los dos. Pero ahora resulta extraño, lo que antes hubiese sido un acontecimiento como tener preparada la ropita rosa, las mantitas, el carro... ya casi todo... queda pequeño ante el hecho de que mi niño por fin duerme en su cuarto, en su camita nueva. Y digo por fin con un sabor amargo en la boca porque si por mi fuera aún hubiese estado mucho tiempo durmiendo con nosotros, haciendo de cada noche un acontecimiento por el simple hecho de tenerle al lado, de oirle respirar, de poder acariciarle en cualquier momento. Ya lleva tres noches de independencia y aunque me da pena sé que pronto me acostumbraré a su ausencia y que Naia será el bálsamo contra cualquier resquicio de añoranza, también ella tiene derecho a un poco de exclusividad.
En estas fiestas Gael ha cambiado mucho, habla mucho más, se expresa mucho mejor y me da vértigo pensar en lo rápido que está pasando todo, me da pánico que algún día deje de necesitarme porque para mi él es el centro de este universo maravilloso en el que vivo. Apenas quedan dos meses para que el círculo crezca, para que esta alianza de tres se haga más fuerte, más hermosa, más pura y hasta entonces seguiremos degustando cada segundo, saciando la espera con la magia de Gael.