En mayo todo fue luz, claridad, alegría. La emoción de los comienzos, avanzar cada día un poco más y nuestros corazones, todos a la vez en el mismo sitio, latiendo al mismo tiempo.
Lottie me ha regalado no solo la posibilidad de cumplir un sueño sino de compartir una pasión y mucho tiempo con mis hijas. Gael, que por desgracia no se ha subido al carro, y David permanecen en otros campos, los de batalla, a la vez más y menos reales que los nuestros. Pero se asoman, de vez en cuando y, sobre todo David, va comenzando a entender y disfrutar la magia de esta aventura.
Las chicas progresan increíblemente rápido y Lottie, que es puro carácter, las va dejando hacer hasta que decide que es suficiente. Es todo cuestión de tiempo y paciencia. Y de amor.
En mayo también llegó Beauty al yard. Una yegua negra con una potra. Un destello. Un "si yo pudiera tener un caballo para mí, elegiría uno como esa."
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