martes, 28 de diciembre de 2021

El octavo cumple de Elsa

 


















Llevaba meses planeando su cumple, los regalos, qué, dónde y cuándo abrirlos, qué comeríamos, qué ropa llevaría y como organizar cada segundo del día. Con esa mezcla de ingenuidad y picardía tan suya, con su ternura infinita y su temperamento de fierecilla domada, puro coraje. 

Así amaneció mi niña entre amor, regalos y globos. Abrazo tras abrazo se fue desprendiendo de mí para desayunar un sándwich de Nutella y desentrañar las sorpresas del día. Luego al cole con sus paquetitos de chuches para los compañeros.

A las 3 la recogí y fue todo un acontecimiento porque los miércoles siempre trabajo de 7am a 10pm y nunca puedo estar con ellos así que doble alegría para las dos. Me fue contando de vuelta a casa el baño de cariño e importancia que le habían dado a lo largo del día. La escuchaba fascinada en esa mezcla de spanglish que tanto le cuesta vencer en favor del castellano y le apretaba la manita mientras caminábamos. Eso lo hacemos mucho, les aprieto la mano para decirles estoy aquí, te escucho, te siento, te quiero. Y ellos corresponden con la misma intensidad. Exactamente igual que mi abuelo hacía conmigo. Es otra manera de tenerle siempre presente.

Luego la deliciosa tarta de chocolate con su velita, más fotos y al salón de videojuegos antes de cenar en el Buffet libre de su elección.

Un día precioso para este tesoro que es su vida. Y la nuestra.

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