Gael se ha graduado, le pusieron su birrete, le dieron su orla y su diploma y él posaba delante de todos los papás y las mamás, las abuelas y los niños como si apenas le quedara nada de aquella casi infinita vergüenza. Estaba tan lindo, tan tierno, tan hombrecito, que de pronto me vi imaginándonos dentro de muchos años en la universidad, orgullosos, él tan mayor y nosotros viéndole como un niño, exactamente igual que con tres años y con la misma necesidad de protegerle. No sé a qué dedicará su vida, en qué decidirá volcarse, lo que sí me gustaría es que, sea lo que sea lo que elija, le haga feliz. En ralidad no me importa que sea abogado, músico, físico, o taxista; para mí lo realmente importante es que sea una buena persona, con eso me basta y en realidad es lo que más orgullosa puede hacerme sentir. Yo estoy segura de que no me va a decepcionar y que seguirá siendo un ser maravilloso toda su vida.
Besos emocionados y lluviosos desde Asturias. Ana se siente orgullosa :)
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