Nunca antes un enero había costado tanto y a la vez me había sentido más ligera. El nuevo año comenzó, el de la serpiente, y yo he renacido con él. La serpiente, el paradigma del cambio. Así estoy yo, mudando, despacio, sin miedo, convirtiéndome en la mujer que quiero ser. Una libre, independiente, valiente y buena. Y a partir de ahora el blog tendrá solo las fotos en las que mis hijos quieran salir. Y ya solo hablaré de mí, sobre todo para ellos, que son el principio y el fin de mi existencia. Y si algún día tienen alguna duda, que se busquen en mis palabras, que no sientan nunca que me han perdido. Estoy ahí, estuve ahí para ellos. Y estaré, pase lo que pase, siempre a su lado.
sábado, 1 de febrero de 2025
Lo que cuesta enero
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