Mi niño ha cumplido hoy tres años y ha tenido tres cumpleaños, uno por cada doce meses que lleva adornando y mejorando este mundo y nuestras vidas. El viernes lo celebró en la guarde, sopló sus velas, portó su corona de rey y sus ojos brillaban de felicidad. El sábado fue la gran fiesta, vinieron los amigos, los tíos, los abuelos, y el sol vino a iluminarnos, a hacer de ese día algo inolvidable con baño en la piscina incluido. También sopló las velas con su primo de sus ya dos tradicionales tartas, o sea cuatro. Y todos reíamos y sus ojos de nuevo brillaron.
Hoy era de nuevo su cumpleaños y ha sido un día maravilloso, sereno, distinto, ya sin velas, sin tarta, sólo su luz llenándolo todo, haciendo brillar nuestros ojos, haciéndonos sentir, como cada día de sus tres años, los padres más afortunados del mundo.Y los más felices.
¡¡Feliz cumpleaños mi niño!!
¡Qué grande eres, Gael!
ResponderEliminarY qué grande estás.
Besos enormes de Ana.