viernes, 21 de febrero de 2025

Metamorfosis

David y yo nos estamos separando. En este momento en el que todo es más cierto e incierto que nunca, lo hacemos, como lo hemos hecho todo, con todo el amor posible, de la mejor manera que somos capaces y desde la convicción de que nuestro amor está por encima de cualquier estatus o nomenclatura. Yo me he casado, pero no ha habido boda de las tres que hemos tenido que me haya hecho sentir casada. Yo me casé con David desde el momento que empezamos a estar juntos. Así es como yo hago las cosas. Así es como yo solía hacerlas.

Después, supongo que al morir mi madre, me negué la posibilidad de ser así o feliz nunca más. Recuerdo un verso del I-Ching, decía algo así como Después de la plenitud viene el ocaso.

Me ofendió profundamente. Pensé que se refería a mi relación con David, con quien llevaba apenas unos meses y de quien estaba profundamente enamorada, como nunca antes. Le di muchas vueltas intentando descifrar el significado, eligiendo entre creer y no creer.

Elegí creer en el amor y dije, sabes qué. Ya veremos, porque yo no lo voy a permitir.

A los pocos meses murió mi madre y entendí que el ocaso era aquello.

He seguido leyendo las señales desde entonces y me han traído a este momento en el que resuenan más que nunca y nos piden libertad para expandirnos. No nos acabamos, nos transformamos en una familia llena de seres más valientes y libres. Lo más posible. Una familia donde todos puedan ser lo que quieran, tomando la responsabilidad de sus decisiones, pero actuando libre y valientemente, sin cargas ni expectativas más allá de las que uno mismo elija, haciéndonos cargo de nuestra propia felicidad.

Unos lo llamaran utopía, yo lo llamo voluntad.

sábado, 1 de febrero de 2025

Lo que cuesta enero















Nunca antes un enero había costado tanto y a la vez me había sentido más ligera. El nuevo año comenzó, el de la serpiente, y yo he renacido con él. La serpiente, el paradigma del cambio. Así estoy yo, mudando, despacio, sin miedo, convirtiéndome en la mujer que quiero ser. Una libre, independiente, valiente y buena. Y a partir de ahora el blog tendrá solo las fotos en las que mis hijos quieran salir. Y ya solo hablaré de mí, sobre todo para ellos, que son el principio y el fin de mi existencia.  Y si algún día tienen alguna duda, que se busquen en mis palabras, que no sientan nunca que me han perdido. Estoy ahí, estuve ahí para ellos. Y estaré, pase lo que pase, siempre a su lado.