domingo, 31 de marzo de 2024

Incatalogable marzo























Hablar de la impredictibilidad de la vida es algo muy manido pero no por ello innecesario. Me resulta muy difícil hablar de cómo ha sido este mes. Convulso, diría. Difícil.

A la vez vibrante y hermoso.

Las dos caras de la moneda cosidas por una constante: mis niños, mis chicas y David. Añadiría a mi familia, mis amigas, mi trabajo.

Despido marzo con una especie de sensación de irrealidad y con la profunda certeza de la voracidad del calendario devorando uno a uno los días sin apenas haberlos rozado. Cuando eche la vista atrás y la tormenta haya pasado miraré las fotos y sólo recordaré los momentos buenos, esos que me hacen sacar la cámara para regresar tantas veces quiera a ellos. Por todos ellos doy las gracias. Estoy preparada para lo que venga.

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